martes, 30 de septiembre de 2008

Así son las Cosas. Así es como Son.

Muchas de las ocasiones en la vida necesitas dar muchos pasos en falso para saber cuál es el camino correcto. Quizá no siempre, no tantos, pero al final, lo importante es saber el camino correcto.

El domingo viví una experiencia nueva, algo que te motiva y te hace sentir al 100 a través del tiempo. Es así como puede uno darse cuenta de que las cosas están bien, y sólo así se puede valorar entre lo bueno y lo mejor.

Tarde exquisita.

El camino invitaba a recorrerlo una y mil veces más. Una tarde apacible, fresca, cuasi nublada y joven entendía que el momento de evocar momentos pasados y revivirlos era precisamente ése. Las ganas de entender y mejorar la experiencia posterior permitían sentir el suave y continuo palpitar de dos corazones que volvían a tocarse, a sentirse, a reconocerse. Como dos imanes que han estado lejos el uno del otro, pero que al reencontrarse se unen con mucha mayor fuerza.

La música fluía a través de los varios kilómetros que separan a Morelia de nuestro destino final: Erongarícuaro. El viento también entraba y cubría todo el espacio vacío, y fluía también el contínuo andar de cada una de las llantas del auto.

Todo eso fluyó, por momentos, y en algún momento paró.

Lo que no paró de fluir fue la plática, el cariño, la emoción de sentir una vez más la complicidad y la atracción que sólo dos personas pueden sentir al estar cerca de su álter ego. El miedo apareció en contadas ocasiones, quizá estimulado por alguna experiencia pasada, pero el cariño y la dulzura no dieron tregua y permitieron una vez más reconocer que, en lo más íntimo de mí, sigue estando Ella, La Incondicional.

La comida era exquisita. Igual la música, el lugar, el paisaje, la compañía, todo. Todo era ideal. Todo volvió a ser ideal.

Faltaron The Beatles. Ellos sí faltaron. Los extrañé , no puedo negarlo. La tarde lluviosa y el camino de regreso, húmedo, gris, frío los imploraban a gritos. Ella también los extrañó. No lo dijo, pero pedía "otra cosa" para escuchar. Aderezamos con rock tranquilo, cuasi pop, pero al final, después de ir a Pátzcuaro y regresar a Mi Morelia, inconscientemente y cayendo en cuentas, nos la cantamos:

No estoy listo. No aún. Pero ahora sí, después de todo, estoy en el proceso. Y ahora sí viene todo.


Lo sé.

3 Opiniones:

Anónimo dijo...

Tal vez no estoy al tanto de la situación lo suficiente como para opinar, pero aun asi, no puedo evitar mencionar que dentro de mi "rarometro" su relación con la susodicha marca un 11 (escala del 0 al 10), si las cosas son "realmente así", en realidad, puede explicarme como es que son?? lol

fiordalen dijo...

el fresko se apodero de tu contraseña

ChessBor dijo...

See, es algo raro. Como sea, es único, eso me late.