jueves, 27 de mayo de 2010

Beatle Fan

Lunes 8 de diciembre de 1980. Día que marca el transfer entre la utópica idea de poder volver a ver a los 4 más grandes músicos de todos los tiempos juntos, a la triste idea de que, a partir de esa fecha, nunca más podríamos volver a verlos juntos, jamás.
Es la idea de saber que nunca pisamos la tierra vivos los 5, de pensar en que la tierra puede existir 50, 10,000 ó 1'000,000 de años, al final nunca volveremos a verlos juntos, por la culpa del cerdo de chapman.

Después, un triste 29 de noviembre, en el 2001, muere el llamado Tercer Beatle, dejándonos huérfanos en la mitad de ellos y con la esperanza quebrada de poder verlos juntos, siquiera a los tres.

Quedan dos. Mañana veré a uno de los dos vivos, aunque no sé qué pensar. Es quizá la nostalgia de saber que el mismo que estará en el escenario mañana fue compañero inseparable por una década de Lennon, o quizá el rencor de saber que él fue el autor material de la desintegración de la banda. Emociones encontradas al pensar que quizá sea cierto que no es el Paul original, ó la idea inconsciente de reconocer que esta será mi única oportunidad de estar en vivo en algún concierto que incluya a alguno de aquellos 4 Fabulosos, la ves que mi universo y el de ellos estarán más cerca que nunca.

Paul nunca ha sido mi preferido. Nunca más que Lennon, pues siempre he pensado que John logró superar incluso las barreras preestablecidas del arte, la belleza e incluso la estética (Yoko?), algo que McCartney nunca superó para poder ser un espíritu "libre". Como sea, él siempre fue el lírico, el que aterrizaba e interpretaba los viajes de Lennon, y él, junto a Harrison, eran los que aportaban ese pequeño detalle para hacer todas las canciones simplemente excelsas.

Por eso, quiero ir mañana al concierto. Lograr interpretar a alguien tan cercano al Big Bang musical, encasillar (aunque dudo lograr hacerlo) a aquél que fue el segundo, no abajo de Lennon ni arriba de Harrison-Star, sino conformando con los demás un todo que sigue siendo un dogma musical irresistible.

Ahí estarán Lennon y Harrison. Al menos, su más firme recuerdo en mi memoria. Mañana será, sin duda alguna, mi encuentro con The Beatles, el más místico que haya tenido.