jueves, 1 de septiembre de 2011

Vergüenza Deportiva: El Agandalle


Cínicamente el señor de la fotografía, Decio de María (aka Pedro Armendáriz región 4 xD) ha comentado que la situación vivida por el joven Rivera (caso hablado y rehablado, tag: "agandalle") fue indignante y lo que molesta al Poderosísimo, Gloriosísimo y Campeonísimo (sic, sic y recontra sic) Atlas de Guadalajara es la situación del "Agandalle".  Que hay un "agandalle" de jugadores.  Qué pinche descaro.

Y comento que es un descaro, porque verdaderamente la situación es vergonzosa para con cualquier persona que posea dos dedos de frente.  El hecho de buscar una mejor oportunidad de trabajo, de valorar el talento propio y no permitir de ninguna manera el pisoteo y el agachamiento por parte de un sector privilegiado del deporte hace que ipso facto se procure la desacreditación, el veto y el exilio profesional por parte del jugador en cuestión... Nada más retrógrada y autoritario.

Y, verdaderamente, considero que ahora sí están las condiciones dadas para poder lograr algún avance significativo en contra del famoso pacto de caballeros.  Medios de comunicación, futbolistas y la sociedad en general condenan un hecho tan ruin, por lo cual se podría realizar una reglamentación en firme que regule y excluya de una vez por todas este famoso pacto que lo único que aporta es miedo y cerrazón para con los miembros involucrados en la Femexfut.

Venga, desde este breve espacio, la mayor condena a este tipo de marranadas, y el apoyo total a que se logre abolir este tipo de situaciones extra cancha que sólo tratan de manchar al balón...

viernes, 19 de agosto de 2011

Repensando el ajedrez




Desde siempre me gustó. Me llamaba mucho la atención, vamos. Sin embargo, no fue sino hasta la secundaria cuando verdaderamente me decidí a entrarle al juego de los escaques y trebejos; a ese adictivo cuadrado de 8x8 en el cual libraría las más feroces batallas desde esos ya un poco lejanos días hasta el día de hoy.

Nunca supe si en verdad era bueno. Sólo sé que gané el torneo interescolar cuando me encontraba en tercer grado (secundaria), que fue mi refugio para olvidar algunas experiencias amorosas complicadas ( xD ) y que era lo que había tomado como adicción en un tiempo en el que la perdición huma (#oknot) comenzaba a aflorar en tantas versiones fallidas. Aprendí bastante teoría, muchísima práctica, y en realidad era una pasión que me desbordaba en esos tiempos secundarianos, al grado de perder dos novias (nunca las quise, he de mencionar y confesar) por estar los tres recesos metidos en la biblioteca, jugando ajedrez.

Y luego de la secundaria, así como a mi amor platónico, lo dejé por completo. Una partida de ajedrez es como un vaso de agua, no se le niega a nadie, y la verdad es que en un período de aproximadamente trece años tuve poquísimos rivales dignos de ser recordados, y aún menos los que me dieran un verdadero aprendizaje en el tablero: caí en algún tipo de mediocridad y resignación en referencia a estos temas, relegando cualquier intento real por retomar el camino del deporte ciencia a unas cuantas partidas amigueras totalmente caseras.

Lo único que conservé de El Ajedrez fue el pseudónimo: Chess. ChessBor (compuesto) es y ha sido la forma en que muchas personas me reconocen, siendo Chess "el de cariño". Y me gusta, no podría decir que no, aunque a fuerza de ser sincero en todo este tiempo nunca hice justicia al alias, y tampoco a mi yo interno que anhelaba profundamente algún tipo de competencia ajedrecística que me ayudara a retomar el rumbo perdido.

Llegó hasta ahora en el 2011. Algunos contactos me acercaron al Torneo Abierto Estatal 2011, el cual ha marcado la pauta para mi regreso a los tableros, brindándome varias experiencias gratísimas en un período relativamente breve de tiempo (mayo a la fecha). Y sólo jugando es como uno realmente se da una idea general del nivel que puede uno llegar a desarrollar en cuanto a estrategia ajedrecística se refiere: muchos podrían pensar que el ajedrez es estricta teoría, pero en definitiva puede tener muchas más aplicaciones y conocimientos heredados a partir de la práctica periódica y enfocada a la mejora de las rutinas de movimiento aprendidas en tiempos pasados, una constante y brillante forma de entregarnos a la lúdica tarea de mostrar una mejor estrategia que el oponente.

No pudiera negar que me ha costado mucho trabajo involucrarme en una dinámica más o menos periódica dentro del juego; mis contrincantes son personas que verdaderamente tienen un nivel dentro del ajedrez estatal, y eso es lo que hace aún más interesante el hecho de poder participar en una competición de este tipo. El simple y sencillo placer de poder estar frente a frente con una persona que ostenta algún título relacionado con el ajedrez es inigualable. He ganado, perdido (no empatado!), y los resultados han sido mucho mejores de los que yo hubiera esperado. Todos y cada uno de mis rivales me han enseñado lo importante que es tener sumo respeto de ellos, y recíprocamente ellos también me han dado un lugar dentro del torneo, mi primer oficial (a mis 29!) dentro del ramo. El conocimiento que he adquirido no es aplicable a 13 años de ausencia, pero sí puedo presumir que en tres meses he aprendido más que en varios años de no ejercer nada; el hecho es que esto me compromete, en cierto modo, a seguir cultivando mis esfuerzos para con este reencuentro que he tenido, y a tener la firme idea de poder en un tiempo relativamente corto situarme dentro de la primera fuerza estatal, y de ahí en adelante...

El tiempo (edad) pudiera correr en mi contra, pero... no es así siempre que uno empieza a jugar ajedrez?

Página de la asociación de ajedrez en michoacán: http://www.ajedrezmichoacan.com/

P.D. Ya tenía una etiqueta por ahí de Ajedrez. Esto es lo que escribí hace como tres años.

lunes, 30 de mayo de 2011

Inesperado.

Muchas de las ocasiones en las cuales pretendemos la consecución de un hecho es porque hemos llogrado o intentado algo para la culminación del mismo hecho en sí; en palabras coloquiales, uno hace las cosas con un fin determinado, o para conseguir algo. Sin embargo, existen ocasiones en las cuales uno no tiene la más mínima idea de porqué suceden las cosas. Es lo bonito de vivir, lic xD, muchas veces el destino nos tiene preparadas ciertas sorpresitas (algunas buenas, otras malas, como siempre) para quitarnos de eso que la gente llama rutina. BTW en estos momentos el destino me ha jugado una, que me ha gustado bastante. Veremos, ya veremos.

viernes, 18 de marzo de 2011

Plataformas huecas

Utilizo Internet Explorer por el simple hecho de que mi profesión, que es la contabilidad, se apoya cada vez más de recursos técnicos provistos por las diversas autoridades recaudatorias; éstas, a su vez, poseen plataformas tan bajas y rudimentarias que es un parto el querer utilizar otro navegador distinto a IE, por problemas de compatibilidad.
Intenté un tiempo con Firefox; No niego que es un gran navegador, rápido, intuitivo y muy estable. Sin embargo, los plug-ins necesarios para el óptimo funcionamiento de aplicaciones fiscales me hizo desistir de plano de su uso: lo mismo pasó con Google Chrome y con Safari de Apple.
Es inclusive tan mala la arquitectura que nos muestra el imss, portales bancarios, el mismo sat, que la óptima opción para lograr la plenitud en cada interfaz que la mejor opción es, claro! Tener varias computadoras y dedicar una configuración precisa a cada una, a fin de poder acceder a las utilidades de cada plataforma de la mejor forma.
Irónico, paradójico, en una época en la que podríamos presumir tener cientos de programas en una PC, que se tenga que recurrir a cavernalidades como las que acabo de mencionar. Triste, pero cierto.
Lo peor de todo es que cada uno de los proveedores fiscales parece ensimismado en su idea, así que no veo una estandarización de Java, por ejemplo, o el acoplamiento de certificados de seguridad de las páginas bancarias para con el explorador. Es inconcebible que para entrar a un banco, por ejemplo, tenga que desactivar todas las características de seguridad de Activex y applets: Un banco, que se supone debería ser vanguardia dentro del manejo de seguridad y cifrado de datos, que expresamente pide la inhabilitación de esas caracterísitcas de seguridad, por citar un ejemplo.
El IMSS posee el honrosísimo primer lugar al server más lento, saturado, obsoleto e inútil de las dependencias gubernamentales. Del asco, de plano nada qué decir de este instituto que roba patrones para matar pacientes a un elevado costo.
El SAT, a mi juicio, posee varias ventajas, siendo el menos malo quizá de las plataformas recaudatorias existentes. Posee una navegación interactiva, más o menos intuitiva, el plug-in que utiliza de Java es antiquísimo, lo que le brinda cierta estabilidad ante las computadoras más rezagadas, aunque para las más nuevas eso siempre representa un problema. Como sea, SAT ha sido punta de lanza en cuanto a tecnologías de la información se refiere, logrando estandarizar prácticamente todas sus utilidades y haciendo la experiencia del usuario un poco menos traumática.
Acaba de entrar IE9 al mercado. Seguro no entra el IMSS, per sé; tendremos que esperar el nuevo parche de la manga que saquen, si es que aún alcanzan a hacer eso. Chrome 10, el nuevo Firefox? Ni pensarlo. Encadenado a IE, no hay más.

miércoles, 26 de enero de 2011

Parousía

Cansados de tanto subir, mis pasos se van haciendo cortamente más lentos. Como si en algún momento quisieran tratar de respirar todo el aire posible, para así tratar de llevarse el mayor de los recuerdos del recorrido que he hecho hace ya algunos años.
Así, mis manos tratan también de recordar las texturas, las formas, las pulsaciones de las cosas que me han acompañado en un ya largo peregrinar, y ahora más que nunca quisieran ellas obtener unos pocos segundos más para lograr establecer un vínculo mucho más sólido que no les permita olvidar.
Porque el ser humano es ingrato y olvidadizo por naturaleza. Porque generalmente el hecho de recordar tendrá algún dato cifrado o viciado, que a la postre redundará en un pedacito más de olvido, ese verdugo eterno que casi nadie ha logrado franquear con el irremediable paso del tiempo, tan icansable y tan inmemorable, tan profundo y tan efímero, tan paradójicamente exacto y por tanto tan impreciso en poder determinarse...
La mente durará. Algún hecho aislado tendrá por fuerza el catalizador necesario para sacar del cruel destierro sináptico algún par de ideas o algún elemento que nos llene de vida al menos por unos cuantos segundos, aunque estos mismos sepan que el recuerdo será la inefable necesidad de volver al olvido para así cumplir un ciclo eterno, donde al final podremos entender nuestro verdadero significado, el camino real de todas las cosas.

Por hoy estoy cansado. Las ganas que me han ido abandonando últimamente no han quebrado la regla, el tiempo sigue y seguirá, aunque a su paso llegará la hora marcada.

Ya vi morir a muchos, ahora el piso reclama sangre nueva.